01 mayo 2012

La Llave Mayor del Rey Salomon MacGregor Mathers PDF


La llave del rey Salomón (Clavicula Salomonis) es un grimorio del siglo XIV o XV, errónamente atribuído al rey Salomón, que expone los ejemplos típicos de la magia del renacimiento italiano.

Sobre este libro prohibido luego se contruirá La llave menor del rey Salomón.


La llave del rey Salomón es uno de los tantos libros esotéricos atribuídos al rey Salomón. A mediados del siglo XIV, fuertemente influenciados por los cabalistas judíos y los alquimistas árabes, más un redescubrimiento de la magia clásica en Grecia y Roma, surgieron numerosos volúmenes de este tipo, aunque ninguno alcanzó la celebridad de La llave del rey Salomón.

Hoy en día circulan muchas versiones de La llave del rey Salomón, pero todas están basadas en textos posteriores, y, por lo tanto, conservan correcciones e interpolaciones que lo oscurecen enormemente. Para agregar mayor confusión al asunto, el ocultista S.L. MacGregor Mathers publicó en 1889 una versión de La llave, a la que llamó: La llave mayor del rey Salomón, la cual ha pasado a integrar el incosciente colectivo bibliográfico de todos. En 1914, aprovechando los estudios de Mathers, L.W. de Laurence, gran conocedor del esoterismo oriental, editó una versión alternativa de La llave mayor del rey Salomón, la cual se integró perfectamente a la publicación de Mathers.

El resultado: muchas personas creen que La llave mayor del rey Salomón es un libro real, esto es, un libro mágico escrito por el rey de los judíos en una época pretérita, cuando lo cierto es que fue redactado en medio del alcanfor victoriano por hombres de temperamento opíparo.


Ahora bien, La llave mayor del rey Salomón tiene sus virtudes. En parte, ilumina cuestiones nétamente esotéricas, y oscurece otras, particularmente las que tienen relación con el origen del libro. A continuación daremos cuenta de algunos puntos en común.


La llave de Salomón está dividido en dos libros. No es una obra puramente ocultista, aunque allí reside su mayor interés. Curiosamente, La llave del rey Salomón no menciona la firma de aquellos 72 demonios encerrados por Salomón, las cuales abundan en casi todos los grimorios, como en el Pseudomonarchia Daemonum o el Lemegeton, por ejemplo, aunque estos pertenecen a una época tardía. Los grimorios medievales, en cambio, suelen invocar a Dios para oficiar sus operaciones, aunque estas tengan poco o nada que ver con el concepto judeocristiano de Dios.

Los hechizos, ritos y rituales de La llave mayor del rey Salomón coinciden con el original, al menos en lo que refiere a sus resultados. Allí se describe no sólo como efectuar los experimentos o ritos, sino cómo construir los materiales necesarios para los hechizos, las fechas propicias, las fases lunares adecuadas, símbolos, purificación del oficiante, etc.


De acuerdo con el mito, La llave mayor del rey Salomón (La llave del rey Salomón) fue escrito por este imponente monarca para su hijo Rehoboam, encomendándole que, tras su lectura, lo entierre junto a su cadáver. Años después, una partida de filósofos babilónicos encabezaron la honrosa tarea de refaccionar la tumba de Salomón. El libro fue descubierto, aunque ninguno de los sabios supo interpretarlo. Un tal Grevis sugirió que deberían pedir la iluminación del Señor para desentrañar los misterios del libro, cosa que hicieron en perfecto orden. Acto seguido un ángel terrible descendió con la directiva divina de recuperar el manuscrito para la biblioteca celestial. Los sabios negociaron, y el ángel concedió dejar el libro en la Tierra, a condición de que nadie indigno pudiese leerlo jamás, en cuyo caso perdería la cordura en las cámaras más siniestras del infierno.

Siglos después, Mathers y Lawrence modificaron los orígenes míticos del libro, quizás para que su lectura fuese accesible al burgués victoriano, siempre atento a las maldiciones siderales; señalando que aquel ángel apenas se limitó a sugerir prudencia.


Dejando de lado la leyenda en torno al libro, hay que señalar que La llave del rey Salomón es, quizás, el libro de ocultismo más ambicioso del que tengamos noticias. Aquí la magia no se reduce a minúsculas tropelías, ni a filtros de dudosa efectividad. Por el contrario, La llave del rey Salomón expone los hechizos y rituales más impactantes del renacimiento. Entre ellos econtramos invocaciones de demonios y entidades astrales, maldiciones implacables, métodos para sujetar espíritus y forzarlos a cometer toda clase de fechorías, operaciones para encontrar tesoros perdidos, volverse invisible, conseguir el amor de cualquier mujer (y de cualquier hombre), exorcizar demonios, obtener una oratoria sugestiva, alcanzar la fortuna, confeccionar talismanes mágicos, amuletos, etc.


Este contenido jugoso va precedido por severas prohibiciones, que van desde la purificación del oficiante, que puede durar semanas, incluso meses, hasta los reveses que todo ritual puede ofrecer al mago intrépido.


Muchas personas han intentado realizar los hechizos de La llave del rey Salomón. Casi todos desconocen las falencias de nuestras versiones modernas, y mucho menos los detalles eliminados ex profeso de la edición griega, la más antigua que se conoce. Por cierto, esto no ha evitado algunos casos de invisibilidad azarosa y exorcismos de entrecasa, a menudo documentados por hombres tan serios como constreñidos.



2 comentarios:

  1. Han tenido la bondad de envíarme unos libros muy sugestivos, alguno de los cuales andaba muy interesado (La ley de Murphy). Les agradezco infinito por su atención.

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  2. Es un placer saber que podemos ser de utilidad. Si desea un libro en especial puede hacer su solicitud en el formulario de peticion de libros y con gusto trataremos de recomendarle donde encontralo.

    Saludos.

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