Año 1939. El ejército alemán invade Polonia. Tras él se precipita una nube de aventureros dispuestos a sacar partido de esa empresa de aniquilación. Entre ellos Oskar Schindler: Un industrial célebre por su afición a las mujeres, la buena vida y muy hábil para atraerse los favores de los nazis influyentes. Pronto está al frente de una fábrica de productos esmaltados que funciona en Cracovia mediante el trabajo gratuito de obreros judíos.
Pero a partir de ese momento, Oskar Schindler se convierte en una posibilidad de sobrevivir para las vítimas del nazismo. Con su fortuna, Schindler convierte esa mezcla de campo de concentración y fábrica en un lugar de esperanza para los judíos, gastando sumas inmensas para sobornar a la SS y obtener comida y remedios para los prisioneros. Más adelante logrará trasladar a muchos judíos a un lugar seguro en Checoslovaquia, en momentos en que el Reich envía a 60.000 prisioneros por día a los hornos de Aschwitz. Figurar en la lista de Schindler significará por lo menos la esperanza de un futuro para un judío prisionero.
Tales son los hechos, tremendamente reales, que Thomas Keneally evoca en este libro apasionante. Un tramo de la historia rigurosamente recreado, y narrado con la experiencia de un gran novelista, a partir de testimonios ofrecidos por sobrevivientes de EE.UU, Israel, Sudamérica y Australia. Los llamados por ellos mismos Schindlerjuden: Los judíos de Schindler.
Oskar Schindler, que murió en 1974, yace en Jerusalén
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