Los Caballeros del Temple, resplandecientes con la hermosa Cruz Roja
en el cándido manto, “Los Caballeros de los mantos Blancos” caracoleando
a la sombra de su Estandarte, el Baucent, blanco y negro, entregados con prodigioso fervor a su festín de muerte y valentía. El sudor de que hablaba
San Bernardo era quizás un bruñido broncíneo que confería sarcástica nobleza
a su terrible sonrisa , mientras festejaban cruelmente el adiós a la vida …
en el cándido manto, “Los Caballeros de los mantos Blancos” caracoleando
a la sombra de su Estandarte, el Baucent, blanco y negro, entregados con prodigioso fervor a su festín de muerte y valentía. El sudor de que hablaba
San Bernardo era quizás un bruñido broncíneo que confería sarcástica nobleza
a su terrible sonrisa , mientras festejaban cruelmente el adiós a la vida …
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