La guerra de Cartago en Siracusa ha
terminado y Zumel, un mercenario íbero agotado por años de combates,
decide regresar a casa. Cuando se alistó era un joven guerrero que
acababa de cazar a su lobo, el animal tótem de su pueblo, y estaba lleno
de vigor e ilusión. Ahora vuelve cansado, y su único botín es el
recuerdo de los compañeros muertos y la vergüenza por no haber caído
junto a su comandante. Sólo desea volver a instalarse en su pueblo y
llevar una vida sencilla de pastor, aunque no será fácil. Sus antiguos
amigos son ahora peligrosos rivales, la mujer que amaba duerme en el
lecho de otro y el fantasma de la guerra y la corrupción se ha instalado
en la tierra que antes consideraba su hogar. Zumel está harto de matar,
pero en torno a él se va cerrando un círculo que le empuja, cada vez
más a despertar al eficaz asesino que lleva dentro...
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