Cumplo
con la tarea inicial de aclararos lo concerniente a la confección de
este libro, que difiere un poco de las obras anteriormente dictadas por Ramatís,
ya sea por el motivo de relacionarse particularmente con la vida de los
espíritus desencarnados, del mundo astral, o por el hecho de intervenir
otro espíritu, que también se encuentra perfectamente encuadrado en el
plano general de la obra.
Ese espíritu se llama Atanagildo, y conforme a la promesa hecha anteriormente por el propio Ramatís, no sólo participó en esta obra, relatando minuciosamente los fenómenos ocurridos durante su desencarnación, en su última existencia física, en Brasil, sino que también se colocó a nuestra disposición, a fin de responder a todas las preguntas útiles que tuvieran relación con su vida en el Más Allá.
Ese espíritu se llama Atanagildo, y conforme a la promesa hecha anteriormente por el propio Ramatís, no sólo participó en esta obra, relatando minuciosamente los fenómenos ocurridos durante su desencarnación, en su última existencia física, en Brasil, sino que también se colocó a nuestra disposición, a fin de responder a todas las preguntas útiles que tuvieran relación con su vida en el Más Allá.
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