27 diciembre 2012
El Libro de Nod/Cronicas de Cain/La Biblia de los Vampiros
Las tradiciones de los vampiros han sido transmitidas principalmente por vía oral y recogidas en el Libro de Nod. Lo poco que se sabe con cierta certeza de éstos seres es lo que se halla escrito en éste libro, que vendría a ser algo así como el Antiguo Testamento de los vampiros. No se ha visto nunca una versión completa de él, sino que se han dado a conocer fragmentos. El motivo original por el cual se escribió, se ha perdido. Algunos creen que son parábolas creadas para contar el cuento de los primeros Vástagos de un modo en que hasta el más simple de nosotros pueda entenderlos. En él se narra cómo Caín fundó una ciudad, y se proclamó rey entre los mortales, iniciando así una vasta progenie de cainitas –palabra de deviene del nombre Caín, y con la que se denomina comúnmente a su descendencia.
Una parábola del Génesis: Reconocer La Alegria en La Cronica de Caín
Debido a la distancia literaria entre las traducciones actuales del texto (incluida la del Dr. Laurent) del Libro de Nod, el motivo original por el cual se escribió se escribió se ha perdido. Es mi teoría, basada en mis propias investigaciones, que las historias de Caín y Abel, la maldición de Caín, y su ulterior encuentro con Lilith son parábolas creadas para contar el cuento de los primeros Vástagos de un modo en que hasta el más simple de nosotros pueda entenderlos. Gracias a mi propia erudición, y consultando el trabajo realizado por los principales estudiosos de Caín del mundo (incluyendo algunos escritos recuperados por un Mano Negra adorador de Caín), he creado una historia que creo nos remite a la parábola original de Caín.
En el momento en que la humanidad pasó de ser una sociedad de cazadores/recolectores a desarrollar las granjas de animales y la agricultura, hubo dos tribus, las cuales llevaban el nombre de sus jefes. Eran llamados la gente de Caín y la gente de Abel. La gente de Abel eran pastores y granjeros, y eran menos desarrollados que la gente de Caín. Adoraban al gran Dios Sol, quien era un guerrero que vivía en el cielo. La gente de Caín eran agricultores, y eran más civilizados que la gente de Abel. Debido a que era muy importante establecer con precisión las fechas de las cosechas, la gente de Caín adoraba a la Diosa Luna, la Madre Oscura que era a la vez la fertilidad de la Tierra y el misterio de la Luna.
Sin embargo, no todos eran felices. El jefe Abel atacó a la gente de Caín, diciéndoles que eran inferiores y estaban malditos porque no cazaban como hacía su guerrero Dios Sol. La gente de Caín no sabía mucho sobre la lucha, pero Caín les explicó cómo usar los útiles puntiagudos que utilizaban para arar el suelo para matar. Cuando la gente de Abel regresó para atormentarlos de nuevo, la gente de Caín devolvió el ataque. Todos los hombres, mujeres y niños de la gente de Abel murieron.
El Dios Sol de la gente de Abel entonces los maldijo como pueblo, e hizo descender sobre ellos una maldición de sangre sobre todos ellos, haciéndolos vagar sin un hogar en los yermos. Quemó sus pueblos y llenó de sal sus campos, y les dijo a todos que dieran la espalda a la gente de Caín.
La gente de Caín no era capaz de recobrarse. Vagaron en la maldición durante muchas semanas, hasta que no tuvieron comida con que alimentarse y muchos problemas. Entonces la sacerdotisa de la Madre Oscura, que vivía más allá de la Luna, vino. La sacerdotisa ofreció a la gente de Caín un respiro, socorro, y consuelo. Ella les enseñó magia, cómo cazar y a beber sangre.
El Dios Sol se apareció a Caín en sueños, y le dijo que él y su gente volvieran y se subyugaran a la gente de Seth. Caín Rechazó la oferta. Entonces el Dios Sol le dijo que toda la gente de su tribu sería maldita para siempre, y así fue. Pero la Madre Oscura dijo que siempre habría una manera de superar la maldición: si la gente de Caín se presentaba ante Ella y le rendía tributo, mediante su misterio los libraría de la maldición del Dios Sol.
En esta parábola, la gente de Caín (y también Caín) representa nuestra necesidad de civilización, la Humanidad que constantemente buscamos. La gente de Abel (y también Abel) representa nuestra naturaleza animal, nuestra parte salvaje, la Bestia que yace dentro de nosotros. La Madre Oscura representa el misterio que guía nuestra existencia: la magia de nuestra sangre, el poder de las Disciplinas. Debemos buscar el misterio de la Madre Oscura mientras convivimos con el legado dejado por el Dios Sol – la maldición. Ergo, “Una Bestia soy, por miedo de convertirme en una”. La Golconda es entendida como una meta final, quizás armonizando todas estas cosas y mostrando la trascendencia de la Bestia Interior.
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