Corre el año 401 a.C. La guerra entre Atenas y Esparta ha terminado
después de treinta años de hostilidades, pero una guerra civil está a
punto de estallar en el Imperio persa entre Artajerjes y su hermano Ciro
el joven. Treinta años de guerra entre Esparta y Atenas han llevado a
Grecia al límite de sus fuerzas. En este momento de profunda crisis,
Ciro, hermano del emperador persa Artajerjes, decide reunir un enorme
ejército de mercenarios griegos desmovilizados, que pasará a la historia
con el nombre de «Los Diez Mil».
Aunque anunció que su propósito era combatir a las tribus rebeldes, el verdadero objetivo de esta marcha de tres mil kilómetros sigue siendo uno de los grandes enigmas de la Antigüedad. Tras la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa, los mercenarios quedaron abandonados a su suerte en un
territorio que les era hostil. Poco después, los jefes griegos son aniquilados en una emboscada; Jenofonte, un culto y experimentado guerrero ateniense, toma el mando de la fracasada expedición y emprende el regreso a su patria, se ven obligados a regresar a su patria a través de un país hostil, entre el acoso de las poblaciones y los recelos de los gobernantes. Una aventura que ha pasado a la historia como la retirada de los diez mil.
Esta novela es la crónica de esa asombrosa aventura. Narrada por Abira, una joven que dejó todo para seguir a Jenofonte, el jefe de la expedición, tras la muerte de sus superiores, mantiene, junto al rigor de los hechos, el pulso de los sentimientos —amor y miedo, valor y desesperación— que hacen de las personas los protagonistas de la historia, historia de una mujer cuyo amor por Jenofonte la empujó a abandonar a su pueblo y acompañarle con el ejército de los diez mil durante una de las campañas bélicas más duras de la Antigua Grecia. La victoria no es el único camino hacia la gloria.
El ejército perdido narra la épica aventura de Los Diez Mil y a la vez la historia de un amor incondicional que nunca vaciló ante las mayores adversidades.
Aunque anunció que su propósito era combatir a las tribus rebeldes, el verdadero objetivo de esta marcha de tres mil kilómetros sigue siendo uno de los grandes enigmas de la Antigüedad. Tras la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa, los mercenarios quedaron abandonados a su suerte en un
territorio que les era hostil. Poco después, los jefes griegos son aniquilados en una emboscada; Jenofonte, un culto y experimentado guerrero ateniense, toma el mando de la fracasada expedición y emprende el regreso a su patria, se ven obligados a regresar a su patria a través de un país hostil, entre el acoso de las poblaciones y los recelos de los gobernantes. Una aventura que ha pasado a la historia como la retirada de los diez mil.
Esta novela es la crónica de esa asombrosa aventura. Narrada por Abira, una joven que dejó todo para seguir a Jenofonte, el jefe de la expedición, tras la muerte de sus superiores, mantiene, junto al rigor de los hechos, el pulso de los sentimientos —amor y miedo, valor y desesperación— que hacen de las personas los protagonistas de la historia, historia de una mujer cuyo amor por Jenofonte la empujó a abandonar a su pueblo y acompañarle con el ejército de los diez mil durante una de las campañas bélicas más duras de la Antigua Grecia. La victoria no es el único camino hacia la gloria.
El ejército perdido narra la épica aventura de Los Diez Mil y a la vez la historia de un amor incondicional que nunca vaciló ante las mayores adversidades.
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