El 5 de junio se cumplirá un año del incendio de la Guardería ABC en
Hermosillo, Sonora, esa estancia infantil que resultó ser una cueva del horror
para los 49 niños que murieron y los 75 más que sufrieron lesiones o
quemaduras. Ha pasado un año, las investigaciones se han cebado en funcionarios
de bajo rango, la Suprema Corte de Justicia ha ordenado investigar
y se espera que en semanas dé el resultado. La vida para los padres de los
niños no ha sido en absoluto fácil: 365 días y noches de dolor, desesperanza,
culpa, depresión e inagotable coraje por lo que ellos consideran una infamia
del gobierno federal. Así han sobrevivido cinco de las parejas que perdieron,
o rescataron con graves secuelas físicas y emocionales a sus hijos.
Hermosillo, Sonora, esa estancia infantil que resultó ser una cueva del horror
para los 49 niños que murieron y los 75 más que sufrieron lesiones o
quemaduras. Ha pasado un año, las investigaciones se han cebado en funcionarios
de bajo rango, la Suprema Corte de Justicia ha ordenado investigar
y se espera que en semanas dé el resultado. La vida para los padres de los
niños no ha sido en absoluto fácil: 365 días y noches de dolor, desesperanza,
culpa, depresión e inagotable coraje por lo que ellos consideran una infamia
del gobierno federal. Así han sobrevivido cinco de las parejas que perdieron,
o rescataron con graves secuelas físicas y emocionales a sus hijos.
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